sábado, 29 de mayo de 2010

Registro escoba intervenida



Texto Grupo h "Cada paja tiene su historia"

Cada Paja tiene su historia
Cada escoba preserva sus anécdotas y está siempre ligada al hacer cotidiano femenino: barrer. En el conjunto de múltiples acepciones también está el vínculo con la escoba para las brujas.
En la frontera de las dicotomías entre lo bueno y lo malo, lo limpio y lo sucio, subsiste una particularidad privada, oculta, desvalorizada: la paja.
Censurada por las determinaciones generales y usos estereotipados la paja queda invisibilizada en el conjunto de los encasillamientos sociales y políticos.
Nosotras las haches reivindicamos la paja como posibilidad de historias mínimas que se radican en verdades más pequeñas y variables, ante la verdad absoluta e historia monumental. La definición de escoba quedaría desmontada frente a las infinitas posibilidades que cada paja tiene en relación a su propia historia.
Cada paja tiene su historia, presenta nuevos detalles de lo femenino no como escindido de lo masculino, no como enfrentamiento, sino como entendimiento de nuestras diferencias y reivindicaciones.
Cada una de nosotras produce un atadito con historias versadas o en prosa en relación de como queremos contar nuestras historias en la paja.
Esta expresión ha sido siempre atribuida a la acción masculina de masturbarse, característica que excluiría a la sexualidad femenina, como placer no permitido, lugar prohibido, desconocido, censurable.
En esta circunstancia elegimos una escoba usada como santuario, como soporte, para tejer nuestros ataditos de paja con historia. La escoba en sí misma, por los usos atribuidos en el espacio y en el tiempo, pertenecen a un conjunto de historias apiladas que se enunciarán más allá de nuestras palabras.
Abrir esa paja usada, determinada y resignificada nos convoca a un ritual que consiste en ofrecer otro sentido, en desmontar la genealogía y constituir una constelación de historias mínimas que en la danza del encuentro y las diferencias producen comunión.
Entendemos que todo empieza en el cuerpo y los estados deben surgir de la acción, por esto el momento de atar o tejer no implica una situación menor, sino un proceso inicial para afianzar y sostener los vínculos. Hacer ocurrir lo que celebramos es el asunto de Cada paja tiene su historia.



Cada paja tiene su historia


Registro
Obra colectiva. Intervención de objeto - escoba de paja - para la Convocatoria DosSientos del Grupo El Caldero

Grupo h participa de la convocatoria DosSientoS

PROYECTO DOSSIENTOS - Obra Federal - Instalación
MEMORIA DESCRIPTIVA
El Proyecto DOSSIENTOS tiene el propósito de recorrer la multiplicidad de sentires femeninos construidos por mujeres argentinas en doscientos años de historia, detener la mirada en un punto de este recorrido y desde allí retransitar los caminos trazados.
Doscientos años es el segmento que nos ocupa, no como retrospectiva sino como cristalización de manifestaciones e imaginarios que, desde distintos lugares de este extenso territorio dan cuenta del recorrido de mujeres atravesadas por realidades sociales, históricas y culturales diferentes, pero con un denominador común: la certeza de que las mujeres partícipes, con sus actos y sus voces, influyeron e inspiraron con su pensamiento y acción en el devenir de la historia argentina.
DOSSIENTOS quiere ser la oportunidad de preguntarnos acerca de la mujer argentina y encontrarnos en ella, una y miles: anónimas, notables, buscadoras, ausentes, audaces, temerosas, luchadoras, esclavizadas, y transpolar desde aquí diferentes épocas y sentires muchas veces opuestos.
El Proyecto convocará a doscientas mujeres artistas provenientes de distintos ámbitos de las artes y de todo el territorio argentino para intervenir un objeto de la vida cotidiana: una escoba de paja, a fin de realizar una instalación colectiva.
La escoba permite ser presentada como un personaje. El conjunto de las doscientas escobas intervenidas pretende impactar en su escala. Ser una multitud. La unidad de lo colectivo que cobra fuerza y presencia ciudadana le da significación de un “Ser” presente, un testigo activo del aquí, del ahora, allí donde se emplace. El ser que dice, a la vez observa, está, participa como protagonista, da fe de lo sucedido y reflexiona a cerca de aquellos gobiernos corruptos, antidemocráticos y totalitarios que tuvimos en nuestro país a lo largo de estos doscientos años. La obra y el personaje tienen un vínculo dialéctico.
Es decisión del grupo EL CALDERO circunscribir la convocatoria a artistas mujeres para cuestionarnos sobre el rol de la mujer en los últimos doscientos años. Reflexionar a cerca de las mujeres artistas como “sujetos de arte”, por la significación de su presencia histórica y actual en nuestro país como hacedoras de arte, de cultura, de política. Recorrer sus ideas, enfoques, perspectivas, sentimientos y sensaciones vinculados específicamente a la mujer y al mundo de lo femenino en estos doscientos años de la historia de nuestro país y crear una instalación como espacio abierto de reflexión, comunicación e intercambio a través de sus obras, confrontando de esta manera el legado del pasado, las vivencias del presente con sus conflictos y desafíos, y el futuro como un proyecto vívido y cotidiano.
De allí que el nombre elegido refiera por un lado a la pluralidad de "sentires", por otro a doscientas "mujeres" representando doscientas ideas, y finalmente, a la igualdad sonora con la palabra "doscientos" y su vínculo con el Bicentenario.
A doscientos años del cabildo abierto de Buenos Aires, creemos indispensable resaltar el necesario FEDERALISMO que debe tener este aniversario y EL CALDERO quiere plasmar esto de modo contundente invitando a participar a artistas de todo el país.